Limpiar con regularidad es importante para mantener el dispositivo en buen estado de funcionamiento. En caso de no limpiarse, los restos de vello, sudor o suciedad se pueden acumular durante el tratamiento y pueden provocar reacciones en la piel o reducir el rendimiento del sistema Lumea. Asegúrate de que tanto tu piel como el dispositivo están limpios antes de cada tratamiento. Sobre la piel no deben quedar restos de agua, aceite, crema, desodorante ni leche corporal.
Consulta las instrucciones a continuación sobre cómo limpiar el sistema Lumea.
Apaga el sistema Lumea, desenchúfalo y deja que se enfríe
No toques la ventanilla de salida de luz durante el uso ni inmediatamente después. Esta pieza se calienta mucho. Después del uso, desenchufa el sistema Lumea y el adaptador de alimentación y deja que se enfríen durante 15 minutos antes de limpiarlos y guardarlos.
Tira con cuidado del accesorio
Tira con cuidado.
Humedece ligeramente el paño de limpieza de Philips Lumea
Humedece el paño de limpieza suave de Lumea con unas gotas de agua.
No limpies el sistema Lumea en entornos húmedos ni dejes que le entre agua.
Limpia los accesorios
Limpia todas las piezas del accesorio que hayas utilizado, incluidos los reflectores metálicos y el conector.
Limpia la ventanilla de salida de luz
Asegúrate de que no queda suciedad, residuos ni humedad en la superficie de la ventanilla de salida de luz.
Coloca el accesorio
Asegúrate de que la ventana de salida de luz de Lumea quede protegida de daños colocando uno de los accesorios.
Guarda el sistema Philips Lumea
Guarda todas las piezas en el embalaje original o en la bolsa, funda o caja suministrados en un lugar seco y sin polvo.